La lengua es como una piel que recubre el cuerpo social y se estira y encoge siguiendo sus mudanzas.
El Periodista Jesús Marchamado me habla en Panamá, durante el VI Congreso de la Lengua, de un verbo genial que le oyó decir a un mexicano para expresar la acción de marcar con un pequeño signo las casillas de un formulario: palomear. "¿Ya palomeaste el documento?. Es una palabra ingeniosa y elocuente porque el pequeño trazo suele tener, en efecto, la silueta de un ave; y escoger que sea una paloma le da un toque modesto, doméstico, risueño. He aquí una lengua vibrando de vida.
La lengua es como una piel que recubre el cuerpo social y se estira y encoge siguiendo sus mudanzas. Algo tan orgánico no se puede modificar por decreto: el voluntarismo no funciona...
Rosa Montero