"las elecciones celebradas el dominngo me revelan claramente que no tengo el amor de mi pueblo. Mi conciencia me dice que ese desvío no será definitivo, porque procuraré servir a España, puesto al único afán en el interés público hasta en las más coyunturas. Un Rey puede equivocarse y sin duda erré yo alguna vez, pero sé bien que nuestra Patría se mostró siempre generosa ante las culpas sin malicia. Soy el Rey de todos los españoles y también un español. Hallaría medios sobrados para mantener mis regias prerrogativas en eficaz forgeceo contra los que las combate; pero resueltamente quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un patriota contra otro, en fratricida guerra civil. [...] Mientras habla la nación suspendo deliberadamrnte el ejercicio del Poder Real reconociéndola como única señora de su destino"